Seleccionar página

Conforme vamos creciendo y acumulando experiencias, nos topamos en esta vida con diversas personas que arrastran, al igual que uno, traumas o situaciones negativas y muchas veces, aunque seamos conscientes de eso, es difícil para nosotros no juzgar.

Cuando era adolescente, tendía a juzgar rápidamente algunas situaciones y personas, pero fue el paso de los años, el que me ayudó a darme cuenta que todo tiene un trasfondo y mientras tú no vivas la misma situación, es difícil empatizar, pero lo que si puedes hacer, es intentar comprender y apoyar en cada caso que sea necesario.

Lo complejo es cuando saltas al otro extremo y empiezas a empatizar, a tal punto, que pasas a llevar tus limites, tú felicidad y tu paz mental. En esa situación me encontré de la noche a la mañana, en una encrucijada entre mi cerebro y mi corazón, todo por querer salvar a alguien y finalmente darme cuenta que hay situaciones y personas que no pueden ser salvadas ni ayudadas, por más que las ames con todo el corazón.

Y eso es lo que te pasa cuando te topas con una persona narcisista, que te envuelve con su labia, manipulación y un derroche de supuesto amor hacia ti, el cual luego te quita de la noche a la mañana, una y otra vez, en un eterno círculo vicioso donde aplica refuerzos intermitentes y te hace creer que todo cambio, cuando la realidad no es así.

«Es lo que te pasa cuando te topas con una persona narcisista, que te envuelve con su labia, manipulación y un derroche de supuesto amor hacia ti, el cual luego te quita de la noche a la mañana, una y otra vez, en un eterno círculo vicioso»

Don Narciso es una persona que finge delante de sus colegas de trabajo y amistades, ser muy empático, comprensivo, siempre dispuesto ayudar, mientras que con la persona que lo ama y con la que tiene una relación, se desquita por el todo el daño que le causó uno de sus progenitores en su infancia, es como que buscara castigar a su pareja porque ve en ella, el reflejo de la o el progenitor que lo dañó, aunque no tengan nada que ver y sean polos opuestos.

Es aquí donde uno la “empática”, pasa a ser la víctima perfecta de una persona narcisista, empiezas a compadecerte de este ser que tuvo una infancia cruel, lastimado, violentado, abandonado, castigado, golpeado y crees que entregándole todo el amor del mundo podrás suplir ese dolor y lograr que mejore como ser humano, pero lamentablemente y debido a su alto grado de narcisismo es imposible obtener algo.

«La “empática”, pasa a ser la víctima perfecta de una persona narcisista, empiezas a compadecerte de este ser que tuvo una infancia cruel, lastimado, violentado, abandonado, castigado, golpeado y crees que entregándole todo el amor del mundo podrás suplir ese dolor y lograr que mejore como ser humano»

Pero en algún momento despiertas de este sueño de salvadora, psicóloga, trabajadora social ad honorem ja ja ja , y te das cuenta que eres tú la que se está hundiendo, mientras Don Narciso, acrecienta su ego con los beneficios que saca de ti, ya que una persona  narcisista no sabe amar y solo quiere los beneficios que puede sacar del otro.

Revista para Conversar

Después de pasar por todas las etapas de duelo, tristeza, desvalorización, llega un punto de rabia, en el que te cuesta entender como una persona al borde de los 50 años, no toma el peso del daño que le hace a cada pareja que pasa por su vida y sigue viviendo en un mundo de falsedad, hipocresía y mentiras.

Finalmente, te pregunto a ti Don Narciso, en tu postura de ser superior, perfecto, culto e inteligente

¿Por qué no te sacas la máscara y te muestras como eres de verdad delante de tus amistades y colegas? ¿Podrías vivir sin máscara y mostrar tu lado oscuro?

Si ellos vieran lo que yo vi, como reaccionas, lo que dices, tu ambivalencia, los daños, y un largo etcétera, te aseguro que ninguna de esas personas validaría tu actuar.

Espero que así sea…

Columna de Ramos

Pin It on Pinterest

Share This