Comentario de la novela “Mundo Herido” de Armando Méndez Carrasco
Al releer un libro después de muchos años, generalmente uno repasa las sensaciones que nos dejó y quizás nos pueda sorprender con otras situaciones que en su momento se nos pasaron desapercibidas, marcándonos con los relatos e historias de sus personajes.
En el caso de la novela “Mundo Herido” de Armando Méndez Carrasco es un poco extraño, ya que pasaron cerca de 15 años para volver a leerla, y los recuerdos y sentimientos que en ese momento provocan son los mismos. El volver a recordar la dura historia de Curipipe y sus compañeros de calle Pitopán y Timbirita en el conocido cerro el Litre de Valparaíso, nos hace vivir la dura realidad de la pobreza, el alcoholismo y abandono que se vivían a mediados del siglo pasado.
El día a día de Curipipe va mostrando las carencias que un niño de su condición social vive, por ejemplo, el deshacerse de los piojos cortándose su pelo a ras para alejar los indeseables bichos o ir a “cortear” (hacer dinero) en junto sus inseparables compañeros al centro de Valparaíso.
Los libros de Mendez Carrasco fueron muy censurados en esa época por la crudeza de las situaciones relatadas y por el uso del lenguaje bajo (coa) en muchos de sus personajes. Mundo Herido no es la excepción, pero más que las palabras de la narración, la censura, creo, estaba más bien dirigida a las injusticias y abusos que la sociedad tiene con la población marginal e ignorante, una muestra de ello, es el momento en que el cura de la parroquia de los Doce Apóstoles invita a Curipipe y le regala un pan, quién después le explicaba a su madre que los curas no eran buenos o las “santas” personas que todos creían ver.
Los libros de Mendez Carrasco fueron muy censurados en esa época por la crudeza de las situaciones relatadas y por el uso del lenguaje bajo (coa) en muchos de sus personajes. Mundo Herido no es la excepción, pero más que las palabras de la narración, la censura, creo, estaba más bien dirigida a las injusticias y abusos que la sociedad tiene con la población marginal e ignorante
La lucha diaria por sobrevivir a veces se ve reflejada en momentos muy duros como la batalla entre los “pelusas” (o flaites diríamos hoy) del Cerro La Cruz y el Litre, donde Pitopán arenga a sus amigos para darlo todo en la pelea, apareciendo Margarita la improvisada enfermera de los caídos de esa “batalla”, quien se transforma en protagonista de varios capítulos al ser la amiga amorosa de todos los chiquillos del cerro.
A pesar de las duras situaciones que le impone su vida en el puerto, Curipipe se da cuenta a su corta edad que no es “la vida” quien los azota una y otra vez, si no que es la sociedad la que permite ocurran gran parte de los abusos contra quienes menos poseen. Mundo Herido es una novela que atrae y “amara como el hambre” como dice el Gitano Rodríguez en su clásica canción sobre Valparaíso, que bien podría ser la banda sonora del libro.
Armando Mendez Carrasco es uno de los autores que Chile debe rescatar, ya que su memoria y escritos son parte de la historia que nunca se quiere contar de nuestro país. Situaciones de abuso (de poder y físico), ignorancia, abandono son temas planteados hace más de 70 años por el autor y al parecer no hemos aprendido nada.
Gumercindo de la Mercedes